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sábado, 30 de abril de 2016

Pensamiento de la noche: ASTUCIA


Lo peor tipo de astuto es aquél que piensa ser el dueño de la única astucia del mundo, que todos son ignorantes y este es el primer paso a su derrocada, pero mientras tanto que él no cae, nosotros tenemos que soportar aquella creatura que hace nuestros días peores y nos subestima. 

Kátia Paes

FRASES, PENSAMIENTOS Y ALGO MÁS


"Existen verdades tan absurdas que ganan connotación de mentira." (Kátia Paes)



"Hay errores que tienen tanto, tanto, tanto éxito que se tornan un suceso. Siempre hice las cosas correctamente pero siempre fallaron, es por eso que lo mejor es seguir el pensamiento arriba." (Kátia Paes)

"No puedo creer que quién dio la luz da la oscuridad conscientemente." (Kátia Paes)


"Adoro a los niños, cuando están durmiendo." (Kátia Paes)



"Una esposa debería se portar como una amante, pero una amante no debería jamás se portar como una esposa. Hay maridos que yo hasta los absuelvo, los inocento por tener amantes." (Kátia Paes)



"No hay nada más triste que un ridículo no tener ciencia sobre eso." (Kátia Paes)


"Es mejor dar lo que se tiene a vender lo que no se tiene." (Kátia Paes)


"Sobre la frase de dominio público: “Donde se gana el pan no se come la carne”. ¿Es verdad? Esto depende de vuestra hambre." (Kátia Paes)


"No hay nada más triste que ser obligado a sonreír mismo cuando queriendo llorar." (Kátia Paes)



martes, 26 de abril de 2016

Pensamiento del día: SABIDURÍA O CARIDAD DIVINA


Dios es tan bueno, tan bueno, tan bueno conmigo que cuando vio que yo estaba mal-servida de hijos, Él me envía uno que yo no había parido con el cuerpo, pero con el corazón, Caio. Dios ni siempre da lo que quered, pero que necesitad. Gracias mi Dios por Caio.  

Kátia Paes

sábado, 23 de abril de 2016

NUNCA ESTAMOS SOLOS



A quién:  1) se encuentra solo;
                2) que por una cuestión de minutos el desespero lo tomó de asalto;
                3) antes que la gota de agua transborde el vaso;

                 Usted no está solo.

Vivir en un condominio es extremadamente difícil y cuando hay personas que no son aptas a eso, se torna aún peor. Vivo en el 504 y llegaron nuevos residentes al 604. Sucedió una infiltración en mi cuarto de baño viniendo de ellos. Cuando eso sucedió conmigo, 2 años pasados, dando en el 404, yo lo concerté en la misma hora, pues es una cuestión de convivencia pacífica, pero lo que es cierto, es cierto y lo que es de derecho es de derecho, como decía Jesús:  “Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”.

Bien, fui hasta al síndico, él se comunicó y ellos dijeron que no iban a concertar y entonces la fuga seguía peor. Yo hablé con la residente y ella me dijo que no iba a concertar porque era asistente de un concejal, que yo me explodiera* y si yo estuviera molestada que yo mismo la concertara.

¿Cómo yo podía concertar si la fuga era en su apartamento?

Y ella se quedó como loca. Hablé con el síndico y ese no tuvo autoridad suficiente para hacerla pagar. Desesperara, hice una llamada a su empleo, donde ella es asistente de un concejal y nuevamente ella se puso loca, diciéndome que no iba a concertar y mismo me amenazó de grabar la conversa. Yo no le falté la educación, podría haber grabado, yo hasta gustaría. Se utilizó de grabar amenazándome. Cuando vi que el síndico no tenía autoridad suficiente para hacerla concertar y ella me ofendió, partí desesperada.  La peor cosa es cuando usted aje cierto y las personas ajen en equivocado con usted, endosado por la cobardía del síndico. Él es la fuerza, él es la ley, él tenía que obligarla a concertar y no lo hizo, queriendo que hubiera harmonía. ¿Cómo? ¡Ella quién ha estropeado mi cuarto de baño y no querría pagar! Eso es muy triste, hay personas que se deleitan en escalfar la vida de otros, causándoles desespero, se alabando por ser asistente de un concejal, por estar arriba de los deberes y obligaciones de un condominio.

Salí caminando por la calle y sentí un desespero tan grande, tan grande por yo haber sido vilipendiada por ella, pensando ser mejor que yo. Yo que ya fui tan humillada desde la Revolución de 1964 en Brasil, todavía una niña, tuve la voluntad de tirarme en frente de una camioneta, basta. Yo dije: “!Dios! Perdóname, es mucha humillación desde niña, no es esa ahí que se alaba por ser una asistente de concejal que puede escalfar los otros. No quiero vivir en un mundo donde no haya respecto con los otros”. Desde que ella se mudó, mi vida se tornó un infierno. Ex: ruido después de las 22h, arrastrar sofá, saltar en cima del sofá, caminar en tacones altos después de la 1h de la mañana. Cuando iba a tirarme en frente de la camioneta yo avisté una familia de gorriones donde un infeliz jugó un pan en la calle, en el medio de un cruce central de fuerte movimiento de la Avenida Rio de Janeiro con la Rua** Sergipe, pero ningún coche los atropelló, pues ellos eran tan chicos que los motoristas ni los veían. Ellos pasaban muy cerca y ni los acertaba. Uno de los gorriones quedó en el medio delas ruedas de un coche. Él batía en el hondo del coche y cuando este pasó él voló para el tejado de una casa sano y salvo.

Entendí aquello como un mensaje de Dios. Crucé la calle, retiré las migajas de pan para que ellos tuviesen la misma suerte, pero mismo así todavía permanecieron algunas, entonces yo oré a Dios, agradeciendo que los pajaritos no hubieran sido atropellados. Estuve tan preocupada por haber quedado algunas migajas aún prisas en el asfalto e entonces cayó una fuerte lluvia torrencial disolviendo todas las migajas. Una vez más agradecí a Dios por mi vida y de los gorriones, mostrándome que yo no estaba sola.

PS: Esta es una historia real, no es una ficción, y esto realmente sucedió conmigo. Me gustaría compartirla con vosotros en el sentido de motivarlos a mantener la fe y la esperanza en alguna situación triste y sin esperanza.

Referencia:

1) *que yo me explodiera = Una expresión usada en Brasil cuando una persona no se importa ni un poquito con la situación de la otra.


2) **Rua = Calle en portugués.

sábado, 16 de abril de 2016

Pensamiento del día: JUICIO FALLO


A ti que hay dos hijos o más, no apostes en solo uno en detrimento de los otros.

Solo porqué en tu opinión tu preferido es lo más capaz, inteligente y más experto, no haz eso. Así tú machucarás el no elegido o el desproveído de talentos y tal vez, que él pueda tener mucho más capacidad que el otro, que por algún motivo tú no percibiste o él no te mostró. Tu que apostaste tus fichas en el otro y él quedó tal vez aburrido, desanimado de mostrarte y decepcionarla.

No te olvides que el mundo da voltas y tú puedes haber cometido dos grandes errores: eligiendo un equivocado y machucando el descreditado para siempre.


Kátia Paes

jueves, 14 de abril de 2016

Mensaje del día: SUMISIÓN


Esa es a vosotros que trabajan en las casas de otros. Vosotros debéis tener mucha paciencia, engullir sapos, ranas, a propósito, todo el pantano. ¡Tened fuerza mis amigos!

PS: engullir sapo es una expresión usada en Brasil cuando una persona hay que soportar los absurdos y los insultos de los patrones.


Kátia Paes

CICATRICES


Hay calumnias, humillaciones, privaciones que nos son causadas por nuestros semejantes, algunas veces solo por el puro placer, o por pensaren ser mejores, o todavía, se aprovechando de la nuestra condición de necesidad, sumisa a ellos que dependiendo de la intensidad al cual fueron hechas, se tornan casi igual al dolor de la pérdida. Con el tiempo ellas van tornandose cálidas, pero jamás se enfriarán. Son cicatrices que nos marcan el alma, y como cicatrices, están siempre allá.


Kátia Paes

domingo, 10 de abril de 2016

TRILOGÍA DIOS Y EL DIABLO – PARTE 1 – ELLOS ESTÁN ALERTAS A LOS DETALLES


¿Qué te condena? ¿Qué te absuelve? ¿Qué te eleva a Dios y que te rebaja al Diablo? ¿Grandes actos o pequeñas cosas del día a día? Para su mayoría el día es muy pequeño para hacerse caridad.

Yo misma, cuantas y cuantas veces con rabia de la vida o triste por algún motivo, o creándome agraviada, miraba a las muchachas en las aceras con desdén y nunca les di una plata siquiera.  

Cierto domingo al pasar por un supermercado, vi una muchacha que al máximo tenía sus 15 años y sostenía un recién-nacido en regazo y dos sentados en el piso. Ella agarró el niño y le levantó hasta mí. Le miré con tanta rabia y tanto despecho como si le dijera: “Tu solo sabes hacer eso”. No satisfecha, le dije: “Así es, tener sexo, buscar un hombre de pito vistoso, abrirle las piernas a él fue bueno, ¿no? ¡Tienes tres a tu lado!”. Sé que ella fue irresponsable por haber puesto tres niños sin condiciones en el mundo y será responsable por la infelicidad, por el hambre y por las necesidades de la vida de ellos en el día a día. Otra señora que venía por detrás se pasó por adivina y profetizó: “Mañana serán todos marginales, van a asaltar a nuestros hijos y nuestros nietos, la niña seguirá el mismo camino de la madre y será prostituta como ella”. No sé lo que me dio.

Bien es verdad que fue uno de aquellos días que usted no se levanta bien, no está bien consigo misma ni tampoco con los otros. Seguramente pagaré por eso, mismo siendo solo una constatación y un comentario, de no ser mío por derecho.

Como era domingo, pasé en la iglesia (PS: paso años sin ir a alguna, mientras tanto a veces milagros suceden, yo fui), no estoy acostumbrada a ir ni cuando estoy desesperada, Le pido solo a Dios que me calme y me entregue a Él de cuerpo y alma, pues creo que Dios está en todos los sitios y no solo en un sitio predestinado. Entré, oré por las almas, principalmente por aquellas que siempre ayudan a los animales, principalmente a los que viven por la calle, pues estos tienen el cielo y el asfalto como testimonia de su desgracia. Pido también que el ser humano mejore, no los envenene, haciendo de su hambre un aliado de sus muertes. Así, miré al lado y vi dos señoras, bien viejecitas, que deberían estar comprando el billete para el otro lado de tan ardiente que eran sus preces, llegando mismo a molestar al padre o ya se encontraban en el cielo ya.

La misa se acabó y salimos casi juntas. Un perrito cachorrito, bonitito, negrito como la noche sin lunar, pues estaba muy maltratado, mucho mismo, pobrecito. Las dos viejecitas que algunos minutos pasados que oraban con tanto fervor a Dios, agarró a su quitasol y golpeó el perrito que salió corriendo y llorando casi siendo atropellado por un coche. La su otra hermana de fe y oración le criticó, pensé: “¡Qué bueno! Al menos no necesitaré hacer eso, llamarle la atención por la falta de caridad con la mascota”. Entonces ella se vira y habla:

- Fulana! Usted no debería golpear con el quitasol el sarnoso, podría haberlo rompido y ellos son tan caros el día de hoy. En su lugar yo le tendría chutado, pues él correría de la misma manera y usted no tendría ningún perjuicio.

Riendo, la otra terminó con una perola:

- Yo todavía tengo buenas piernas. Ese infeliz debería haber sido muerto luego.

Como si no tuvieron hecho nada en demasiado, siguieron felices de la vida a sus casas, marcando para el día siguiente otra misa, pues seguramente eso llevaría a Dios. Como ya estaban con edad, sus lugares en el Cielo ya estarían reservado. ¿Será?


Kátia Paes

Introducción al tema DIOS Y EL DIABLO ESTÁN ALERTAS A LOS DETALLES


Que te condena al Cielo y al Infierno seguramente son los detalles, no son las grandes cosas, pues estas nosotros las vemos. Solo cuando volamos en un avión vemos lo pequeños que somos, luego Dios es Dios y está alerta a los detalles. Él es omnipotente, omnipresente y omnisciente.  

Kátia Paes

sábado, 9 de abril de 2016

Pensamiento de la noche: NO TENED MIEDO DE INTENTAR


Hay errores que tienen tanto éxito, tanto éxito, tanto éxito que se tornan aciertos. A propósito, yo siempre hice las cosas ciertas y siempre salieron mal, es por eso que lo mejor camino es seguir la idea arriba.

Kátia Paes

IMPERFECCIONES

Mi madre se quedó hospitalizada cierta vez por 11 meses en Rio de Janeiro. Yo salía a las 09:30 para llegar a las 10:30 en el hospital, visto que se ubicaba en el barrio del Rio Comprido. Regresando por las 16h cierto día, un calor insoportable, al pasar el autobús por la playa de Botafogo el semáforo cerró y vi una señora sin hogar de apariencia débil, pálida y con el semblante bien infeliz.  Ella andaba con un perrito negro que mantenía el mismo semblante, lo de la hambre. Cuando resolví bajar, el autobús arrancó y entonces me senté nuevamente. Podría yo haber saltado en el próximo punto que todavía daría tiempo de parar la señora con el perrito, pero en aquél día yo fallé. 

Los dos estaban escuálidos con tanta hambre, era mucha tristeza. Yo hasta el día de hoy me recuerdo de la cara del perito. Luego yo que siempre di de comer a los animales de la calle, pues siempre los he considerado víctimas mayores de los seres humanos, pues los compran y cuando se repugnan del objeto comprado los abandonan en cualquier esquina.

Intento me justificar, tal vez porque un día, en la Av. Princesa Isabel en Rio de Janeiro, vi una muchacha a paseo con su perrito y como era sin hogar, estaba andrajo a tirar el perrito por una cuerda. Así que lo vi corrí al mercado y compré 2 bolsitas de carne para el perro. Así que la mascota me vio él fue se aproximando tímidamente de mí, por instinto ya sabía que allí tenía un poco de comida para aliviar su sufrimiento. De repente escuché un grito:

- ¡Señora! ¡Mi perro solo come comida de cacerola! - y repitió por 2 veces con tono agresivo.

Yo podía simplemente haber dejado allá y le dicho a ella:

- Usted es egoísta y mala. ¿No ve que él está hambriento? – pero el pobrecito parecía que no quería pelea y se fue sentarse cerca de ella.

Hoy yo tendría hecho diferente, tenía comprado 2 marmitas y les dado, pero cuando regresé a mi casa solo sabía llorar.

Sabe, de todos los grandes pecados y suciedad que cometí en la vida, eses estoy seguro que los llevaré al túmulo, además de la eternidad. Por 2 veces Dios me puso frente a frente con el hambre y nada hice mismo ya teniendo pasado por ella. Me siento un monstro hasta el día de hoy, pues fallé con mi próximo, no solo con mi semejante, el perrito era mi próximo y yo nada le hice, me acomodé en la incertitud de otros hicieren lo que yo debería haber hecho. Como dijo Molière: “No somos responsables solo por lo que hacemos, pero también por lo que dejamos de hacer”, estoy en el infierno.


Kátia Paes

jueves, 7 de abril de 2016

¡BUENOS DÍAS VIERNES!


¡A vosotros que accesáis mi blog, tenéis un maravilloso día! Que hasta aquella cosa que usted está seguro que no dará cierto, ¡dé! ¡Que corra maravillosamente bien! ¡Que él malhumorado de su jefe esté bienhumorado! ¡Que usted encuentre buenas cosas por dónde cruzar!

¡En fin, que todos los días sean maravillosamente lo mejor de su vida!


Kátia Paes

miércoles, 6 de abril de 2016

LÁGRIMAS


No llora, no vale la pena. Las lágrimas de tristeza envenenan el cuerpo a los pocos, crean enfermedades, revuelta y depresiones. Las únicas lágrimas que usted debe llorar son las de alegría, que hacen bien al alma y quitan el peso de tu corazón. Bien lo sé cuánto es difícil cuando somos humilladas y dependientes de los otros que hacen todo para tornar nuestro día aún peor, desesperador.

Pero cuando eso pasar, respire hondo y recordase que nada es eterno, ni mismo el sufrimiento que ahora te aflige. Siga siempre en frente porque días mejores vendrán.

Kátia Paes

martes, 5 de abril de 2016

Pensamiento del día: LA POBREZA


·         Hermana del dolor;

·         Tía de la Humillación;

·         Sobrina de la Necesidad;

·         Nieta del Desespero;

·         Hija de la Sumisión, y ;

·         Madre de las Lágrimas.

Usted puede vencer esta familia, venza!

Kátia Paes

sábado, 2 de abril de 2016

EL CORAZÓN DESOLADO


En la Avenida del Dolor esquina con la Decepción vivía un corazoncito tan machucado, maltratado, ahuyentado, sufría tanto el pobrecito, pues pasaba hambre, quedaba al rocío y como si no bastara, era despresado cuando no ignorado.

Al caer la noche, él conseguía un diario viejo para calentarse y conseguía un rincón cualquier en la vieja marquesina que la llamaba de hogar. Miraba al cielo y rezaba, agradecía por el día que terminaba y pedía que el día siguiente fuera al menos igual al que pasara, pues por lo menos él había sobrevivido. Pero, al amanecer él observó que todos tenían su compañera. Él habló con su amigo:

- Caramba, tan bonito vosotros.

- Tú también deberías arreglar una compañera.

- ¿Será? Tengo miedo, ya sufrí tanto.

Respondió su amigo:

- ¡Claro que será bueno! Todo el mundo tiene el derecho a la felicidad.

- ¡Ah, quizá! Exclamó el corazoncito.

Cayó la noche debajo de la vieja marquesina y él se preparó para dormir. Miró al cielo y rezó:

- ¡Mi Señor de bondad! Tú que todo escuchas, sabes, si hay merecimiento de mi parte, por caridad Señor, concédeme una compañera, para quién sabe esta vez yo pueda dar cierto y pueda ser feliz. - Con lágrimas en los ojos adormeció el pobre corazón.

Al levantarse por la mañana siguiente, fue busca lo que comer en la Calle de la Ilusión, pues allá había muy movimiento, con coches lujosos, gente bien vestida y la basurera vivía llena. De repente él escucha:

- ¡Agárrala! ¡Agárrala! ¡Ladrona!

Delante de él para una corazoncita que le pide desesperada:

- ¡Ayúdame! ¡Por favor!

Él la esconde. Pasado el susto, van los dos para la vieja marquesina donde ella estaba segura al menos por algún tiempo.

- Bien – a él la pregunta – ¿Que realmente pasó para la policía estar atrás de ti?

- Ah, me acusaron de robar un cliente, como si yo fuera deshonesta. Él me calumnió.

Sin querer saber de más detalles, él le dijo:

- Quedas conmigo que estarás protegida. Intenta no arreglar confusión. ¿Cómo te llamas? – Le preguntó.

- Me llamo Plata. ¿Y tú?

- Cándido.

El tiempo fue pasando y el corazoncito se enamoró como si nunca hubiera sido enamorado.

Todas las noches, antes de dormir, el corazoncito agradecía la felicidad de la gracia atendida, una compañera. Pero cierta mañana se levantó solo. A su lado solo la vieja hoja de diario. Se desesperó el pobre corazón. La buscó por la Calle del Dolor, de los Desesperados, de las Lágrimas, de la Euforia y por último de la Decadencia. Y nada. Allá avistó Sr. Intestino. Con miedo se aproximó, pues él tenía la fama de ser mal-humorado.

- ¡Sr. Intestino, por favor, un minuto de su atención! ¿Usted ha visto mi alma gemela, la Plata?

- No, mi muchacho. Al acaso para tu saber yo seré el último a verla, pues todos así como ella me ignoran, no me dan la debida importancia que tengo y cuando la dan, a veces ya no hay más nada a ser hecho.

- ¿Cómo así? – Le preguntó el corazoncito.

- Simple, contéstame, ¿tú que andas por ahí ya oíste alguien decir que tuvo diarrea por la noche? ¿Que tuvieron seguidillo? ¿Observaste que cuando las personas van al baño ellas van siempre a hacer el número uno? Ellas nunca dicen que van a hacer el número 2 por vergüenza. Cuando miras que alguien está pasando, reclamando de alguna cosa, ellas van a decir que están con dolor de cabeza, que pasaran la noche con cólica renal, etc., pero yo nunca, ¡nunca quité el sueño de nadie! – Sonrió el intestino – Sin embargo, lo sé quién sabe de ella.

- ¿Quién? ¡Por favor! – Suplicó el desesperado corazón.

- El Sr. Cerebro, pues él es el gran comandante, sabe todo!

- ¿Pero dónde lo encuentro?

- Hijo, en la Calle de la Razón, ¿sabes dónde es?

- ¡No lo sé! Pero voy a encontrarla.

- ¡Dudo! Pero él te encontrará.

Desanimado, el corazón se fue. Entonces él escuchó:

- ¡Psiu!

- ¿Quién es usted?

- ¡Soy quién buscas!

- ¿Sr. Cerebro?

- ¡Exactamente!

- ¿Usted vio mi alma gemela, Plata?

- ¿Mi ingenuo corazoncito, cual es la plata que para en las manos de alguien? Ah, la vi. ¿Cuánto tiempo piensas que ella iría soportar tanta miseria? ¿Tanta privación?

- ¡Pero ella me amaba tanto! – Contestó el pobre corazón.

- La lengua habla lo que quiere y no lo que siente – Contestó el cerebro.

- No, ella me amaba.

- Amaba tanto, no es, que pasó en un coche lujoso con el Sr. Estómago, gordo y rico. ¿Cuándo aprenderás la verdad de la vida? Triste yo lo sé que es, por esa razón yo nunca me enamoré y se me molestan les doy un dolor de cabeza repentinamente y así ellos me dejan en paz muy rápido, no necesito ni pensar dos veces. Que eso sirva de lección a ti. Antes que yo le dé un dolor de cabeza, regresa ahorita a su marquesina.


Kátia Paes

SABER


Saber hacer no es saber manda. Saber mandar no es saber hacer. Entonces quién no sabe hacer, pero sabe mandar, hágalo con consideración al darle una orden a quién hace su día a día mejor.

Aquél que sabe hacer, pero no sabe mandar, hágalo con delicadeza, con destreza y nunca con arrogancia y soberbia, deviniéndose un peso a quien está debajo de su yugo.


Kátia Paes